Dos mujeres mayores viven solas desde hace más de 20 años en un teatro en ruinas. Una es actriz y la otra gestora. La actriz fue amante del director, mientras que la gestora era su esposa. Se han quedado para desvelar el misterio de la autoría de la obra que iban a estrenar al morir Néstor Coposo, cuyo deceso sospechan que no fue casual y está ligado a El Cerco de Leningrado.
Se aman y se detestan al mismo tiempo, compartiendo ritos y complicidades, así como desconcierto sobre su vejez. Están cercadas por una realidad que no cree en la revolución y busca acabar con el teatro del fantasma, terminando así con ellas. Priscila y Natalia son las protagonistas, las cercadas, las resistentes.
La obra presenta un final inesperado y un humor sutil que disuelve solemnidades. Hay una profunda reflexión sobre el papel de la izquierda en el siglo XXI, cargada de simbolismo y un “mensaje” que las protagonistas mencionan en un momento metateatral.
Dirección de Mario Vedoya, autoría de José Sanchis Sinisterra, con interpretaciones de Martha Estrada y Gladys Prince, diseño de escenografía por Gonzalo Callejas, diseño de luces a cargo de Mario Vedoya, asistente de dirección Ángela Rico Santa-María, y producción general de CELCIT España.